En el presente artículo —donde podrás encontrar la charla completa— hablamos acerca de la situación actual de las especies vulnerables en Paraguay, incluido el escurridizo jaguar, así como sobre el trabajo continuo de monitoreo de la biodiversidad del proyecto.
En el Chaco paraguayo existe una enorme diversidad de especies animales, algunas endémicas, pero la pérdida de bosques y el cambio de uso de la tierra están abocando a muchas de ellas a la desaparición. La pérdida de bosques y el incesante avance de la agricultura y la ganadería ponen en riesgo la existencia de mamíferos como el tatú carreta o el aguará guazú, hoy bajo amenaza directa junto con el mencionado jaguar. Proyectos como este posibilitan la permanencia de la biodiversidad a largo plazo.
El Proyecto REDD+ y colaboración con FACEN
Andrea Weiler es M. Sc., bióloga, investigadora y docente en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Weiler es también nuestra socia principal de monitoreo de biodiversidad. Quadriz y FACEN colaboran desde hace algo más de un año en este proyecto de conservación, cuyo fin es garantizar la cobertura boscosa del paisaje en un tamaño que asegure la supervivencia de la biodiversidad local.
El monitoreo conjunto consistió, por una parte, en un entrenamiento del equipo de Quadriz; una gestión del propio equipo en campo, en el control, revisión y cambios de las cámaras trampa del lugar (cámaras sensibles al movimiento diseñadas para capturar y grabar animales salvajes en su hábitat natural). Y por otra, la colaboración de la Universidad en la clasificación, ordenamiento y análisis estadísticos de los datos recogidos.
Quadriz ha apoyado y promovido la campaña «Somos Yaguareté» —el jaguar es conocido en Paraguay como yaguareté—, un colectivo ciudadano con base en la UNA que fomenta la protección de esta especie a través del monitoreo, el arte, la educación y mediante charlas de concienciación. Nuestra empresa ha prestado apoyo económico, permitiendo el impulso de esta iniciativa ciudadana.
El jaguar: situación actual en Paraguay
El yaguareté se encuentra en peligro crítico de extinción a nivel nacional. Esta especie, de nombre científico Panthera onca, sufre las consecuencias de la pérdida de gran parte de la masa boscosa del país. En la región oriental en particular se ha perdido el 95 % del bosque atlántico, y esto implica su casi total desaparición en dicha ecoregión. En el Chaco, el acelerado cambio de uso del suelo hacia campos agropecuarios, si bien deja cierta cobertura boscosa, trae consigo otros conflictos como el relacionado con el ganado por la muerte de animales a causa de este felino.
Este conflicto con la especie provoca que cada vez haya menos individuos. Además, el jaguar precisa un vasto territorio en el Chaco seco, un ecosistema en el que, al ser menos productivo, necesita recorrer superficies más amplias. «Un yaguareté macho en el Chaco requiere unos 300 a 500 km2 como home range* —dice Weiler—, y las hembras están entre los 80 a los 300 km2.A diferencia por ejemplo del bosque atlántico, que es un ecosistema mucho más productivo donde el yaguareté ocupa rangos de hogar de 80 km2».
Este mamífero camina cientos de kilómetros al día, cubriendo una enorme distancia dentro de su área de acción, y alcanza tamaños superiores a los de ejemplares de la Amazonía o el bosque atlántico. Para encontrar alimento, los yaguaretés del Chaco paraguayo recorren hasta 500 km² como hogar, lo que hace que la interacción con el ser humano sea muy frecuente. Así pues, «conservar hábitats prístinos con buena cobertura boscosa ayuda a garantizar la vida del yaguareté».
La biodiversidad en el Corazón Verde del Chaco
Este monitoreo en el Corazón Verde del Chaco se inició hace 12 meses con el objetivo de crear una línea de base para conocer la biodiversidad del lugar. Y «la intención es continuar en el tiempo con monitoreos periódicos para ver puntos más específicos del comportamiento de ciertas poblaciones de animales que sean de interés o relevancia dentro del área del proyecto REDD+», o sea, especies amenazadas, endémicas o alguna otra especie de la que se decidiese hacer un monitoreo particular.
Para el monitoreo de la biodiversidad se instalaron cámaras trampa. Estas se ubican a 50 cm del suelo, en árboles u otros elementos del paisaje, y permanecen funcionando durante un mes o mes y medio antes del siguiente control. En este tiempo, las cámaras registran todo aquello que pasa frente a ellas por medio de sensores de movimiento. Durante el día toman fotografías a color y por la noche proporcionan la misma información pero en blanco y negro. Según aclara la profesora, se opta por cámaras trampa con flash negro por ser las que menos afectan al comportamiento de los animales.
Recolección de datos de biodiversidad. Animales avistados en el monitoreo
En el Corazón Verde del Chaco hemos encontrado una amplia biodiversidad: más del 86 % de las especies que habitan en el Chaco están presentes en el área del proyecto. Tal como señalábamos al comienzo de este trabajo de monitorio de la biodiversidad, sin duda, esto se debe a la importante conservación de bosques que lleva a cabo el proyecto REDD+. Además de varios individuos de jaguar o yaguareté, en el monitoreo se han captado otras especies en listas de amenaza o peligro de extinción como el tatú carreta o armadillo gigante (Priodontes maximus).
Asimismo, «hemos registrado especies vulnerables como el oso hormiguero o el tapir (Tapirus terrestris). Y el pecarí de barba blanca (Tayassu pecari ), al que nosotros llamamos en guaraní tañy katí, que también se halla en un estado vulnerable al ser una especie muy específica del bosque». De hecho, conforme nos explica la reconocida bióloga de la Universidad de Asunción, el pecarí mediano se considera un indicador de la buena salud del ecosistema pues, dado que se alimentan de frutos, raíces y semillas, son importantes como dispersores o regeneradores pasivos de estos bosques.
Otra especie notable que se ha encontrado en el área que cubre el proyecto es el aguará guazú(Chrysocyon brachyurus), del guaraní aguara guasu, el zorro más grande de Latinoamérica. Este ha sufrido notablemente la pérdida de hábitat a pesar de ser una especie plástica; los números y las densidades poblacionales del también llamado lobo de Crin han ido decreciendo, no solo en Paraguay sino a nivel internacional.
REDD+ Corazón Verde del Chaco de Quadriz está ubicado en el centro de uno de los últimos corredores del jaguar en el país, y proporciona un refugio seguropara esta y otras especies amenazadas. Este tipo de alianzas «pueden ser cruciales en el futuro para que todas ellas, partiendo de estos sitios núcleo, puedan reconquistar sus ambientes naturales una vez que sus condiciones sean favorables», afirma la prof. Weiler.